Huelga en Cafetlán. Mayo 2008

Huelga en Cafetlán. Mayo 2008
"Arrogante barquito en el extremo baldío de mi soledad"

jueves, 15 de marzo de 2007

Algunos vínculos de sindicatos

de trabajadores de La Jornada
de trabajadores del CIESAS

Vamos a ir agrandando la lista para uso de quien lo necesite. Si tienes contactos de sindicatos independientes en el D.F. envíalos a colectivocafetlan@gmail.com

Gracias

Seguimos en plantón permanente en Victoria #15-A, esquina calle Plaza de la Constitución, en el centro de Tlalpan.

Te esperamos... Hay café... es de cooperación voluntaria.

1 comentario:

Unknown dijo...

El problema fue meter tanto pinche grillo en el mismo costal, Cafetlan era una pinche empresita, que lejos de "buscar el capital" manejaba una política de apoyar a las comunidades, vender productos orgánicos, que la neta esa no es la forma de ganar dinero. Si bien los empleados no tenían contrato contaban con condiciones muy comidas. Elegían su turno cada semana, desayunaban, comían y/o cenaban en su turno y estos alimentos no eran un guiso hecho en una olla para todos, si no que podían elegir de la carta lo que consumian. Es bien sabido que Cafetlan cargaba con muchas deudas y en muchas ocaciones las deudas crecian con tal de pagar toda la nomina. ¿éxito empresarial?, cual??, si cafetlan solo existía para mantener a los empleados, ¿Cuales ganancias?, cafetlan debe fuertes cantidades a provedores y mas gente, ¿como exprimir dinero de una empresita asi?

Huelga en esquina Victoria

Huelga en esquina Victoria

Notas después de una lectura a "El desacuerdo" de Jacques Ranciere

En el orden policiaco el mundo del trabajo se presupone privado. El trabajo se regula por un individuo que pone condiciones que otros aceptan o rechazan. Los trabajadores son sujetos que no existen ante otro; no existen a propósito de un objeto común igualmente inexistente.

Se presupone que el hecho de que los trabajadores hablen no tiene relación con el de que trabajen... No ven, en consecuencia, de qué manera la parte recibida por un obrero con el nombre de salario podría convertirse en un asunto de la comunidad, en el objeto de una discusión pública.

El sujeto obrero que se hace contar en el espacio público como interlocutor debe hacer como sí el escenario existiese, como si hubiera un mundo común de argumentación, lo que es eminentemente irrazonable, eminentemente sensato y resueltamente subversivo, porque ese mundo no existe.