Huelga en Cafetlán. Mayo 2008

Huelga en Cafetlán. Mayo 2008
"Arrogante barquito en el extremo baldío de mi soledad"

lunes, 21 de abril de 2008

1 año + 1 mes


Hoy se cumple 1 año y 1 mes de huelga.

Akí stamos. No nos rendimos.

¡HAY CAFÉ!
Para la resistencia económica de la huelga, seguimos con la venta de café a granel. Nosotrxs lo tostamos, molemos, ponemos en su respectiva bolsa adecuada, y lo servimos en el plantón o lo llevamos a lxs amigxs y clientes que solidariamente nos lo compran. Cuesta 45 pesos el medio, 90 el kilo.

¡HAY PANQUÉ!
Para el aguante económico de huelguistas, estamos elaborando panqués caseros. Son unas ricas y deliciosas roscas con frutas, envinadas. Hay de durazno, piña, guayaba, limón, naranja, zarzamora, fresa, chocolate y marmoleado. Pueden pedirlo con brandy, amaretto, mezcal o tequila.

Para hacer sus pedidos, llamen CON SUFICIENTE ANTICIPACIÓN (eso para huelguistas significa, al menos, 2 días): el teléfono de la huelga es: 04455.40.92.37.45

Para saborear un vaso de café y una rebanada de panqué, acudan al plantón, ubicado en Esquina Victoria y Plaza de la Constitución, en el mero centro de Tlalpan. Lxs esperamos. Estamos LAS 24 HORAS en guardia.

Para enviarnos saludos, conexos y similares: colectivocafetlan@gmail.com

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Huelga en esquina Victoria

Huelga en esquina Victoria

Notas después de una lectura a "El desacuerdo" de Jacques Ranciere

En el orden policiaco el mundo del trabajo se presupone privado. El trabajo se regula por un individuo que pone condiciones que otros aceptan o rechazan. Los trabajadores son sujetos que no existen ante otro; no existen a propósito de un objeto común igualmente inexistente.

Se presupone que el hecho de que los trabajadores hablen no tiene relación con el de que trabajen... No ven, en consecuencia, de qué manera la parte recibida por un obrero con el nombre de salario podría convertirse en un asunto de la comunidad, en el objeto de una discusión pública.

El sujeto obrero que se hace contar en el espacio público como interlocutor debe hacer como sí el escenario existiese, como si hubiera un mundo común de argumentación, lo que es eminentemente irrazonable, eminentemente sensato y resueltamente subversivo, porque ese mundo no existe.