Huelga en Cafetlán. Mayo 2008

Huelga en Cafetlán. Mayo 2008
"Arrogante barquito en el extremo baldío de mi soledad"

jueves, 3 de enero de 2008

La huelga cumplió 10 meses. Akí estamos. Hay café.

Hemos ganado la existencia legal de la huelga. Después de 9 meses ese es nuestro primer logro. No nos moveremos hasta recibir lo que es justo. Ni la lluvia, ni el viento ni el frío. Akí estamos. No nos rendimos.
Mientras tanto sigue tomando forma nuestro proyecto de reconstruir nuestra propia fuente de trabajo digno de manera autogestionada, nuestra cooperativa de café.

Les ofrecemos café orgánico a granel, molido y entregado por lXs trabajadores de Cafetlán en Huelga. Es producido por la cooperativa de cafeticultores "Chiwisina" de Santa María Tecaxmalapa, de la Sierra de Juárez, en Oaxaca. Les podemos llevar de a kilo, y medio kilo.

Para pedidos, contacte a su huelguista de preferencia, o llame a la huelga: 04455.40.92.37.45

No olviden que en nuestro campamento pueden encontrar café americano caliente las 24 horas. También hay galletas de ques y piña. Botanas de amaranto de la cooperativa Qualli, Boings de varios sabores, revistas, libros y condones.

Lleve, lleve.... ¡Barato!...........
¡Hay café!

Colectivo de Trabajadoras y Trabajadores de Cafetlán en Huelga.
Calle Victoria, esq. Plaza de la Constitución
Centro de Tlalpan

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Huelga en esquina Victoria

Huelga en esquina Victoria

Notas después de una lectura a "El desacuerdo" de Jacques Ranciere

En el orden policiaco el mundo del trabajo se presupone privado. El trabajo se regula por un individuo que pone condiciones que otros aceptan o rechazan. Los trabajadores son sujetos que no existen ante otro; no existen a propósito de un objeto común igualmente inexistente.

Se presupone que el hecho de que los trabajadores hablen no tiene relación con el de que trabajen... No ven, en consecuencia, de qué manera la parte recibida por un obrero con el nombre de salario podría convertirse en un asunto de la comunidad, en el objeto de una discusión pública.

El sujeto obrero que se hace contar en el espacio público como interlocutor debe hacer como sí el escenario existiese, como si hubiera un mundo común de argumentación, lo que es eminentemente irrazonable, eminentemente sensato y resueltamente subversivo, porque ese mundo no existe.